La primavera ya llegó. Pero como el tiempo en Salamanca es bastante "cambiante" pues no queda otra que ayudar a las plantas para que broten.
Hoy, a las afueras de la ciudad, he encontrado un pequeño oasis, en el cual el calor de los plásticos del invernadero consigue que las flores vayan muy adelantadas en comparación con las que no están arropadas.
Me ha parecido un lugar precioso. Además, es una buena idea que podemos aprovechar cuando vayamos a dar clase. En el patio del colegio podemos hacer un pequeño invernadero en el cual los alumnos planten, recolecten y, quizás incluso, vendan la mercancía. Con esta actividad se trabajaría de manera interdisciplinar las asignaturas de ciencias y matemáticas.
¿Qué os paece la idea? ¿Os gusta el campo cerca de la ciudad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario